
EL AMOR DEL LADO DE LA PSICOLOGÍA
¿Qué es el amor? ¿Existe el amor eterno?
El amor, es una emoción humana y compleja que nos cuesta comprender e interpretar. En general, se tiene una idea del amor muy idealizada, en la que se ve como un valor ensalzado, puro, universal, eterno e irracional que supera todas las barreras. Cuando hablamos de este tipo de amor, nos referimos al “amor romántico”, exclusivo de la cultura occidental y de la época actual.

Sin embargo, el amor es múltiple y la experiencia afectiva está conformada por un conjunto de variables que se entrelazan de manera compleja. Es difícil precisar qué es el amor y unificar su terminología. Durante décadas, nuestra sociedad, se ha preocupado en especial por la educación intelectual y sus rendimientos y ha descuidado el aspecto afectivo. Ahora, sabemos que es necesario buscar un amor inteligente, capaz de integrar en el mismo concepto, los sentimientos y las razones en proporciones adecuadas. El amor no solo hay que sentirlo, sino incorporarlo a nuestro sistema de creencias y valores.
las relaciones pueden tener una combinación de tres elementos fundamentales (o podrían tener los tres): Intimidad , Pasión y Compromiso que siguiendo una metáfora geométrica, ocuparían los vértices de un supuesto triángulo. El área del triángulo nos indica la cantidad de amor sentida por un sujeto y su forma geométrica, dada por las interrelaciones de los elementos, expresaría el equilibrio o el nivel de carga de cada uno de los componentes.
En la relación de pareja, cada miembro de la pareja puede percibir el nivel de los tres componentes del amor del otro de un modo muy diferente a como uno mismo juzga su propio nivel de implicación. Por lo tanto, pueden surgir discrepancias en un triángulo entre lo que experimenta un miembro y lo experimentado por el otro. Además, a lo largo del tiempo, estos tres componentes van evolucionando de modo diferente, de tal forma que la relación que tenemos con nuestra pareja puede cambiar con el paso del tiempo. Cada uno de los tres elementos básicos del amor tiene una evolución temporal diferente. La intimidad se desarrolla gradualmente conforme avanza la relación y puede continuar siempre creciendo, aunque es un crecimiento más rápido en las primeras etapas. La pasión, por su parte es muy intensa al principio y crece de forma vertiginosa, pero suele decrecer conforme la relación avanza, estabilizándose en niveles moderados. El compromiso, por último, también crece más lento que la intimidad al principio, y se estabiliza cuando las recompensas y costes de la relación aparecen con nitidez.
Existe el amor para siempre?
Diferentes teorías han apuntado durante años, que no es posible que la intensidad del amor se prolongue en el tiempo y que el amor, y con el paso de los años, se transforma en una amistad profunda. Sin embargo, en 2011, la neurocientífica Lucy L. Brown, junto a Helen Fisher, sugirieron que podría haber mecanismos con los que el amor podría sostenerse en el tiempo en una relación y describieron lo que sucede en el cerebro de parejas con relaciones de largo recorrido. Para averiguarlo, escogieron a diez hombres y siete mujeres casados durante una media de 20 años y les sometieron a una resonancia magnética, mostrándoles imágenes de sus parejas, amigos íntimos, familiares cercanos y de parientes lejanos.
Los resultados mostraron que cuando veían la imagen de su pareja, su cerebro se comportaba de forma similar al de las personas recién enamoradas, al activarse las regiones que fabrican dopamina, hormona responsable de la euforia, común en el comienzo de las relaciones y neurotransmisor que regula el sistema de recompensa, encargado de que respondamos a estímulos que causan placer o desagrado. Por lo tanto, imágenes por resonancia magnética han revelado que en el cerebro de algunas parejas que llevan décadas juntas se activan las mismas zonas que en los nuevos amantes. Esto junto a los niveles de oxitocina, la “hormona del abrazo” y junto a una dosis de sobreesfuerzo, el amor debería tener los ingredientes para ser duradero.
Sin embargo, el ciclo amoroso no es constante y hace que mientras el amor romántico comienza con altas dosis de pasión y una creciente intimidad, se vaya transformando en amor compañero dónde baja la pasión, se mantiene la intimidad y aumenta el compromiso. Los besos forman parte de la pasión amorosa, que es el deseo de unirse al otro. Esta etapa dura de 5 a 12 meses y, más adelante, se produce una sensación de habituación en la que la sensación de exaltación va sustituyéndose por otra de calma y seguridad, y se va consolidando el apego. Con el paso del tiempo, las personas se habitúan a estar con el otro, a que no falte, y ya no se vive la misma pasión porque hay una mayor seguridad respecto a la relación, aún así, la pasión no desaparece definitivamente, ya que puede reavivarse, incorporando elementos novedosos en la relación.
Muchas parejas no aceptan el cambio de “amor romántico” a “amor compañero” y lo interpretan erróneamente como el fin del amor. Sin embargo, es en este cambio, cuando las pasiones extremas del amor pasional se transforman en las claves verdaderas de una relación duradera, siendo éstas, la comunicación, la ternura, el afecto y la satisfacción.
Lo más valioso de la vida, no es lo que tenemos es a quien tenemos. Valorémoslos, Repetémoslos, Amémoslos.
¡¡Tu salud EMOCIONAL, es tan importante como tu salud física, no la descuides!!