
LA ADOLESCENCIA
LA ADOLESCENCIA, según la Organización Mundial de Salud, es la etapa de la vida que transcurre entre los 10 y 19 años de edad. Pero que es, de dónde proviene la palabra, cómo y porque afecta el comportamiento de nuestros hijos.

Empecemos por entender que la misma etimología de la palabra , proviene de la fusión de varios vocablos que resultaron en Adolescere , que significa crecer, desarrollarse, Adulto viene del mismo vocablo y significa “el que ha crecido” y entonces si Adolescencia significa CRECER, entonces no es opcional , es parte fundamental de nuestra formación y desarrollo ,y es quizá la etapa más complicada de nuestra vida por la gran cantidad de cambios físicos y emocionales que ocurren en nuestro cuerpo en un periodo relativamente corto, cambios que el adolescente no puede controlar y tampoco puede entender y es por ello que es responsabilidad de nosotros como padres estar preparados para el momento en que nuestros hijos lleguen a esta etapa y así poder comprender y poder guiarles.
Solemos usar como sinónimos las palabras Adolescencia y Pubertad, pero no son lo mismo aunque están íntimamente relacionadas ya que generalmente la aparición de la pubertad, detona el inicio de la adolescencia.
La pubertad hace referencia a los grandes cambios físicos que todos ya conocemos y dura entre 2 y 5 años mientras que la adolescencia abarca aspectos intelectuales, emocionales y sociales y ésta dura aproximadamente 9 años.
La pubertad, al referirse a cambios físicos, lo convierte en un proceso natural en el que poco o nada podemos intervenir, por lo que nos enfocaremos en la adolescencia, ya que al tratarse de procesos cognitivos, conductuales y emocionales, podemos como padres responsables intervenir y hasta cierto punto manipular, pero no para nuestra conveniencia, sino para lograr el mejor desarrollo y transición de nuestros hijos.
EL DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL EN LA ADOLESCENCIA
El desarrollo socioemocional es un proceso mediante el cual las personas aprendemos a entender y manejar nuestras emociones y gran parte de ese proceso se da en la adolescencia, es por ello de la importancia que la información que recibamos sea la adecuada, pues dependiendo de la calidad de información que hayamos recibido, vamos a sentir, a reaccionar y a actuar en nuestra vida adulta.
Se considera que el desarrollo socioemocional tiene diversas áreas:
• La conciencia emocional consiste en conocer las propias emociones y las emociones de los demás.
• La autoestima es el punto de referencia para valorarse a uno mismo y se relaciona con la necesidad de ser apreciado y valorado.
Las personas con más alta autoestima suelen mostrar seguridad y confianza en ellas mismas y en los demás.
• La regulación emocional se refiere a dar una respuesta apropiada a las emociones que experimentamos, favoreciendo las positivas y gestionando de forma adecuada otras emociones como la rabia, el miedo o la tristeza.
• La empatía es la capacidad de reconocer, comprender y conectar con las emociones de otros. Nos permite comprender el mundo desde la perspectiva de otra persona y esto es clave para establecer buenas relaciones con los demás.
• Las habilidades de relación están relacionadas con habilidades de interacción y comunicación adecuada con el entorno. Algunas habilidades sociales son: iniciar, mantener y acabar una conversación, saber esperar el turno, escuchar a los demás, expresar los sentimientos de forma adecuada, pedir ayuda cuando sea necesario, saber decir no, expresarse de forma asertiva, formular y responder a una queja, demostrar deportividad de un juego/saber perder, hacer frente a la presión grupal y resolver conflictos interpersonales.
EL RETRAIMIENTO EN LA ADOLESCENCIA
La timidez y/o retraimiento social en la adolescencia puede ser muy habitual debido a que el adolescente debe aprender nuevos roles y expectativas sociales, además de adaptarse y aceptar los cambios corporales, hormonales y emocionales propios de la etapa vital. Todo ello puede resultar en cierta falta de confianza hacia sí mismo y hacia sus propias habilidades sociales.
Los adolescentes tímidos pueden preocuparse excesivamente sobre la opinión del resto, temen una crítica negativa o hacer el ridículo, y por ello pueden tener dificultades para iniciar o acabar conversaciones, expresar sentimientos o hablar en público. Cuando la timidez es elevada, a menudo se evitan las situaciones sociales, lo cual genera un impacto negativo en la vida de la persona.
Así pues, la timidez excesiva se asocia con problemas de ajuste social, tales como el retraimiento o inhibición social y la reticencia social, lo cual deriva en una disminución importante en el número y la calidad de las amistades. Cuando la timidez es muy elevada el adolescente puede acabar desarrollando un cuadro de fobia social que requerirá ser atendido por servicios especializados.
A su vez, la timidez puede estar asociada a problemas en el desarrollo de las habilidades sociales. Los adolescentes con habilidades sociales escasas se suelen sentir más inseguros en entornos sociales. A su vez, esta inseguridad provoca que, a menudo, eviten situaciones sociales que son necesarias para el desarrollo de las habilidades sociales, con lo cual se dificulta el desarrollo de las mismas. En este caso será importante ayudar al adolescente de forma específica en la mejora de las habilidades sociales.